Muchas veces en la historia de las familias existen mensajes que se transmiten de padres a hijos, cuyo contenido -casi siempre escueto pero conciso-, es fundamental para conocer el origen de nuestros antepasados. Mensajes que en todos los casos (al menos los que yo conozco) pertenecen a familias que en un momento determinado abandonaron su hogar para irse a otros lugares, la mayoría de las veces muy lejanos, cuyo objetivo no era otro que el de conseguir que las generaciones venideras no olvidaran nunca su lugar de procedencia, confiando, quien sabe, en que alguna de ellas pudiera algún día regresar.